Día 41: Desde BJERT (Dinamarca) a BREMEN (Alemania)

361 kilómetros. VER RUTA

Amanecimos aquel día con fuerzas renovadas; el día de descanso nos había venido genial para recapitular todo el camino recorrido y volver a la carretera con más ganas.

El viaje hacia Alemania, discurrió entre atascos y retenciones kilométricas, parecía que todos los daneses estuviesen huyendo hacia el sur. Además, encontramos grandes dispositivos de seguridad en las cercanías de la frontera motivados por la alerta terrorista. Dudamos si parar en Hamburgo, pero desechamos la idea al ver la cola de vehículos que se dirigían hacia allí.

Llegamos a nuestro hotel, en las afueras de Bremen poco después de las tres de la tarde, desembarcamos nuestras maletas y tomamos el tranvía que iba al centro de la ciudad. 

Debo reconocer que cuando planeamos el viaje, Bremen sólo era una de las opciones que barajamos, pero tras visitarla, nos pareció un lugar imprescindible.


Primero fuimos hasta la Bremen Rathaus, una plaza impresionante con el ayuntamiento y la catedral como marco. Una vez allí, aprovechamos para saborear unas cervezas en una terraza para después continuar con nuestra visita. 


En una esquina de esa misma plaza, nos encontramos con la escultura de los famosos músicos de Bremen y, obviamente, todo el mundo quiere hacerse una foto con ellos. 

Böttcherstraße

En general todo el casco antiguo de la ciudad es precioso, desde la Böttcherstraße, una estrecha calle comercial que te sumerge en una atmósfera de otro tiempo, hasta el famoso barrio de Schnoor, una especie de pueblo de cuento dentro de la propia ciudad.

Schnoor

Acabamos el paseo donde lo habíamos empezado: sentados en una terraza frente a la imponente catedral, con dos riquísimas cervezas y cenando unas Bratwurst tradicionales que nos encantaron.