CANCIÓN DÍA 8



La canción de hoy es Pólvora de Leiva







DÍA 8: de KIRCHBERG IN TIROL (Austria) a FIEBERBRUNN (Austria)


57 kilómetros - VER MAPA DE RUTA



Nos dio mucha pena no poder subir a un parque alpino en Suiza porque habíamos leído que son geniales, pero la lluvia nos hizo cambiar los planes y nos habíamos quedado con esa cuenta pendiente. Por suerte, encontramos uno similar en los alpes austriacos y en cuantos nos levantamos y comprobamos que no llovía nos pusimos en camino. 

Para llegar hasta allí, tuvimos que ir en coche hasta Ellmau y allí coger un teleférico que en 15 minutos nos subió hasta la cumbre del Hartkaiserbahn, donde estaba el parque de Ellmi's World ... La entrada es el precio del teleférico: 19€ los adultos y los niños hasta 6 años, gratis.






El parque es una sucesión de atracciones de madera y agua para disfrute de los peques, rodeado del marco incomparable de los Alpes, para disfrute de los adultos. Pasamos todo el día recorriendo los senderos que conforman el parque mientras Manuel jugaba con las presas de madera, "navegaba" en un barco en un pequeño lago o trepaba a un trono encaramado a un árbol . Fue un día fantástico para los tres.













El último teleférico de bajada sale a las 17:30 y como el día había ido mejorando, decidimos refrescarnos en el lago Hintersteiner, que estaba cerca de allí. Las zonas acondicionadas para el baño en esa parte de Europa, por más naturales que sean, suelen ser de pago, así que nos tocó pagar 2 euros por adulto para zambullirnos en las frías aguas de un lago alpino. 









Con energías renovadas, pusimos rumbo hacia Salzburgo mientras buscábamos en el móvil un lugar donde dormir ya que aún no habíamos reservado nada. Encontramos una oferta en Fieberbrunn y la reservamos sin pensar ya que la noche se nos echaba encima. Tuvimos suerte y el hotel era una preciosa casa en la orilla de un río con la fachada repleta de flores. Dimos un paseo por el pueblo y también nos gustó, se respiraba la tranquilidad.




Se nos hizo de noche mientras tomábamos una cerveza en la terraza del hotel y Manuel estaba rendido tras un día con tantas emociones, así que nos fuimos a dormir; el día siguiente también iba a ser largo..

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CANCIÓN DEL DÍA

CANCIÓN DÍA 7

Nuestra propuesta de esta etapa es Estadio Azteca de Andrés Calamaro



DÍA 7: de HEILIGENBERG (Alemania) a KIRCHBERG IN TIROL (Austria)






Después de acostarnos con un tiempo de perros, al día siguiente nos despertamos con un sol radiante, así que desayunamos y rápidamente nos pusimos en camino. 

La primera parada fue Meersburg, un pueblecito encantador en la orilla alemana del lago Constanza, o Bodensee como se conoce en Alemania. Era domingo, y en la plaza central del pueblo se celebraba una fiesta gastronómica, por lo que el ambiente era de lo más animado; las terrazas estaban repletas y una orquesta  no paraba de tocar música típica alemana. 



De pronto nos quedamos boquiabiertos cuando sobre nuestras cabezas apareció un enorme dirigible sobrevolando el lago. 




Como en tantos sitios, nos quedamos con las ganas de quedarnos todo el día allí, pero había demasiadas cosas que ver. 



La ruta nos llevaba por carreteras secundarias alemanas, con muchos puestos de venta de fruta y las granjas llenas de paneles solares en el tejado,debe de ser que los alemanes no cobran un impuesto al sol.


Antes de llegar a Austria, paramos a ver Fussen, un pequeño pueblo de Alemania con muchas cosas que ver, por ejemplo, sus cataratas artificiales.




Lo cierto es que a estas alturas del viaje no nos gustaron mucho, pero aprovechamos para pasar la tarde haciendo una ruta de juegos que discurre por una de las márgenes del río; tiene unas sencillas atracciones de madera con las que disfrutan los más pequeños. Al final de nuestro recorrido, encontramos un gran tobogán que habían construido aprovechando un desnivel del terreno. Manuel lo probó varias veces antes de convencerle para marcharnos.




Comimos unas bratwurts en un puesto callejero y nos acercamos a ver desde fuera los preciosos castillos del Rey Loco. Son realmente impresionantes, sobre todo el de Neuschwanstein.






Y ya no había tiempo para más, habíamos alquilado un apartamento para pasar la noche en la comarca del Tirol austriaco y ya íbamos con el tiempo justo. Tanto, que fue llegar, cenar en el restaurante del hotel y caer desplomados en la cama.


CANCIÓN DÍA 6



Nuestra sugerencia de hoy es Bajo la lluvia de Quique González




DÍA 6: de INTERLAKEN (Suiza) a HEILIGENBERG (Alemania)





Cuando sonó el despertador y abrimos las cortinas del chamizo en el que habíamos pasado la noche en Interlaken, se nos cayó un poco el alma a los pies. El cielo estaba totalmente cubierto y las cumbres apenas asomaban entre las espesas nubes grises. Habíamos planeado pasar el día en uno de los numerosos parques alpinos que hay en esa zona, pero con aquel tiempo era imposible. Para colmo, cuando nos montamos en el coche se puso a llover así que decidimos cambiar los planes, aprovechar el mal tiempo para hacer más kilómetros y avanzar en nuestra ruta hacia el norte.




Antes de despedirnos de los Alpes Berneses, nos acercamos al pueblo de Lauterbrunnen para ver sus famosas cascadas y echamos un ultimo vistazo al cielo buscando algún rayo de sol, pero no iba a ser el día...





Una lluvia ligera nos acompañó todo el camino hasta Lucerna, ciudad suiza donde paramos a comer. A pesar del tiempo, había infinidad de turistas asiáticos paseando por su famoso puente y aunque nos gustó, nos resultó un tanto agobiante,  así que nada más comer emprendimos de nuevo el viaje hacia Alemania.





Antes de llegar a la frontera, paramos en el precioso pueblo de Stein am Rhein, pero de nuevo la lluvia nos complicó la visita.





Llegamos al hotel a las seis de la tarde, pero con la niebla que cubría toda la zona, parecía que ya fuese de noche. 2 de julio: aire entre frío y congelado, lluvia constante y niebla espesa; normal que esta gente cuando se jubila se vaya a vivir a Canarias.

El hotel era un Gasthof alemán, una especie de posada donde además de dormir puedes desayunar, cenar y tomarte unas buenas cervezas alemanas. Así que eso hicimos, el tiempo no invitaba a visitas turísticas. Degustamos un sabroso schnitzel, plato típico de la gastronomía germana y nos bebimos unas cuantas cervezas, rodeados de alemanes vestidos con la camiseta de su selección porque ese día jugaban contra Italia. 





La cuenta nos resultó barata; nos venden tanto lo caro que es vivir en otros países que no sabíamos si tendríamos dinero suficiente y sin embargo, los precios resultaron muy similares a los de España, tanto en la comida como en el carburante.

Y así acabó el día, los alemanes no dijeron nada durante todo el partido y sólo cuando ganaron en los penaltis emitieron un leve graznido, suponemos que de alegría. pero muy expresivos, al menos en esta zona, no eran.



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CANCIÓN DÍA 5





Nuestra canción de hoy es Frío de Alarma.



DÍA 5: de Nendaz (Suiza) a Interlaken (Suiza)




Tras desayunar en la terraza de "nuestra mansión" suiza, guardamos la maleta en el coche y con cierta pena nos despedimos del valle de Sion. El día había amanecido espléndido, el sol iluminaba las cumbres nevadas y el paisaje era deslumbrante, sólo teníamos que preparar la cámara de fotos y disfrutar del viaje que nos esperaba.

La carretera que habíamos elegido discurría en gran parte paralela al río Ródano, que nos había acompañado desde Avignon y hoy si todo iba bien, llegaríamos hasta el glaciar donde está su nacimiento. Nos sorprendió el color blanquecino de sus aguas tanto, que llegamos a pensar que era suciedad, pero según fuimos avanzando llegamos a la conclusión de que se debía a los sedimentos que arrastraba, ya que otros ríos alpinos que observamos tenían el mismo color.





Los kilómetros fueron pasando sin darnos cuenta, todo era tan bonito... las casas típicas suizas brotando entre el verdor de las montañas como si de champiñones se tratase, todas de madera cuidada con esmero y adornadas con flores de colores; cada pueblo parecía mas hermoso que el anterior.







Una cosa curiosa que vimos por primera vez ese día, es la cantidad de puestos ambulantes que nos encontramos en la carretera vendiendo aprikosen (albaricoques). Es una costumbre rara donde vivimos, pero en Europa nos hemos encontrado en muchos países estos tenderetes montados en mitad de la nada.





La primera parada del día fue imprevista, el puente de Goms apareció ante nuestros ojos y a pesar de que no habíamos oído hablar de él, nos pareció un lugar, sin duda, recomendable. Se trata de un puente colgante de 280 metros que cruza la garganta del Ródano, a 90 metros de altura, no apto para gente con vértigo porque en el centro del puente cuesta mantener el equilibrio. Como teníamos el coche mal aparcado, no pudimos visitar el pueblo que había al otro lado, pero después hemos leído que también merece la pena.




Los valles verdes fueron dando paso a paisajes pedregosos a medida que íbamos ascendiendo por el puerto de Furcka hasta nuestro siguiente destino: el glaciar del Ródano. A pesar de ser una carretera de montaña con curvas de 180 grados, el asfalto estaba en perfectas condiciones y no fue difícil llegar hasta él. La vista de la carretera desde el mirador que hay nada más aparcar impresiona mucho más que conducir por ella.




Se puede acceder al glaciar a través de una tienda de recuerdos, previo pago de una entrada de 7 Francos suizos. Nos mereció la pena cada euro porque la visión de la imponente masa de hielo nos dejó sin palabras. Manuel jugó con nieve en pleno verano y caminar por la cueva de hielo que hay excavada bajo el glaciar es una experiencia única.



CUEVA BAJO EL GLACIAR


Tanto nos gustó, que se nos pasó la hora de comer; cuando salimos y fuimos al snack que había junto a la tienda de recuerdos nos encontramos que aunque estaba abierto, no había nadie para atenderlo. Así son los suizos: no tienen problema en dejar el negocio o las casas abiertas.

Al final encontramos un puesto de salchichas en lo alto del puerto y allí, a 2400 metros de altitud y rodeados de cumbres nevadas, nos comimos unas Bratwurst que nos supieron a caviar de beluga. Para seguir con la tradición, mientras terminábamos de comer, el dueño del puesto se montó en el coche y se marchó dejándolo abierto de par en par.





Acabamos de comer y pusimos el GPS en dirección a Interlaken, pero no nos entendimos con él, porque nos hizo bajar el puerto y cuando llegamos a la base, nos mandó dar la vuelta y volverlo a subir para bajarlo por la cara contraria... menos mal que Manuel se durmió, porque fue bastante pesado; más aún cuando la carretera se puso otra vez cuesta arriba para subir el puerto de Grimsel. Fue una montaña rusa de las que marean... En la cumbre de este último, encontramos un lago glaciar impresionante, y bastante frío por cierto. 



Desde allí, una bajada vertiginosa nos llevo directamente a Interlaken, ciudad en la que pasaríamos la noche. El hotel era un resort de lujo de 1950 y no había visto una reforma en 60 años, pero era viernes por la noche y no había más libres en 30 km a la redonda. Al menos, tenía una buena piscina y sol, así que pasamos el resto de la tarde bañándonos mirando a las de decenas de parapentes que sobrevolaban las montañas. 





Cuando salimos a cenar, dimos un paseo para conocer Interlaken. Es una ciudad enfocada al turismo, sobre todo asiático, llena de tiendas de lujo en el lado más señorial y con otra zona dedicada a los backpackers (mochileros de toda la vida). 

Estábamos tan cansados cuando llegamos al hotel, que poco nos importó la decoración "cuéntame" de la habitación, antes de apagar la luz estábamos dormidos. 


CANCIÓN DÍA 4

La canción que proponemos hoy es Avalancha de Héroes del Silencio:




DÍA 4 DE GRENOBLE (Francia) a NENDAZ (Suiza)

230 kilómetros  VER RUTA


En nuestro cuarto día de aventura, abandonamos Francia para adentrarnos en los Alpes suizos. Salimos de Grenoble con dirección Chamonix-Mont Blanc, el tiempo acompañaba y no eran ni las 10 de la mañana, así que íbamos con la cámara lista con la intención de ir parando de camino a disfrutar del paisaje. 

Cuando ya habíamos calculado que la hora de llegada a Chamonix coincidía con la de la comida, nos encontramos con un cartel de obras en la calzada y un aviso de desvío por una carretera que subía una gran montaña. En ese momento nos dimos cuenta de que no llegaríamos a comer a Chamonix, pero lejos de preocuparnos, enfilamos la montaña por la carretera con curvas de vértigo. El premio que nos encontramos fue descubrir paisajes únicos, totalmente naturales y pueblos prácticamente aislados, que no acostumbran a recibir turistas.





Al bajar el puerto, descubrimos un bonito parque infantil por lo que paramos para que Manuel pasase un rato divertido, y de paso, comer allí. Ya habíamos leído que los parques en esta zona son muy bonitos, y es cierto que están perfectamente cuidados y tienen detalles tan sorprendentes para nosotros como una tirolina o una estantería al aire libre con literatura gratuita.







Costó lo suyo sacar a Manuel de aquel paraíso infantil, pero había que seguir...

Poco antes de llegar a Chamonix seguimos encontrándonos obras y más obras, el Tour de Francia pasa este año por aquí e imaginamos que quieren dar buena imagen al mundo. Casi por sorpresa, de entre las nubes surgió una lengua glaciar que nos dejó boquiabiertos. Aprovechando que Manuel se había dormido, paramos a un lado de la carretera para hacer unas fotos. 





Casi sin enterarnos, entramos en Suiza. Para nuestra sorpresa, no existe ningún control policial de acceso, por lo que la única señal de que habíamos cambiado de país eran las banderas de Suiza ondeando en todos los tejados, ¡cómo les gustan las banderas a los suizos!

El descenso hacia Sion fue vertiginoso, con desniveles del 10%, y también aquí obras para el Tour. Caían las primeras gotas cuando llegamos a Nendaz, lugar donde pasamos la noche, ¡y qué lugar! Esto de Airbnb te da la oportunidad de dormir en lugares impensables.



Si la casa nos pareció fantástica, cuando salimos a la terraza y contemplamos las vistas, nos quedamos sin palabras:




Para terminar de adornar el paisaje, un impresionante arcoiris, nos dio la bienvenida.




CANCIÓN DEL DÍA